Dos poemas de la Antología "Conciencia en llamas" que de la mano de Carmen Marín y José Joaquín Guerra vio la luz en el 2018 incluyendo textos y poemas en relación con el fuego y el daño que en la naturaleza causa.
En estas semanas en que su azote se lleva por delante la vida de personas, de amplísimos espacios naturales en los que desaparece de forma tan cruel la vida del mundo vegetal, del animal y la fuente de recursos para quienes habitan en su entorno; dedicamos esta entrada en la esperanza de su pronta extinción y con el deseo ferviente de que se pongan medios/remedios `para recuperar las zonas afectadas, así como para trabajar en ellas evitando situaciones similares en el futuro.
Los poemas seleccionados pertenecen a Carlos Blanco Sánchez a quien recordamos como amigo comprometido con la naturaleza en muchas de sus creaciones ya fuera en sus poemas u otras creaciones artísticas. El otro poema es de Carmen Marín que hizo posible la publicación del libro.
Ed. Jardín de Judith - Cádiz 2018
F U E G O
U G
E E
G U
O G E U F
de Carlos Blanco Sánchez
Irrumpes incesante,
ávido,
voraz,
insumiso,
inmisericorde,
triunfal ...
Ardiente monstruo
que haces crepitar
el esperanzado tul
de la diosa Verde:
la madre Tierra.
Con tu ardiente hedor
te pavoneas
engalanando de muerte
y
destruyes,
arruinas,
desuelas...
Humeante,
te
coronas
con el
halo de la nada
y
engrandeces,
con tu risa mordaz
y virulenta.
Cuando arde la flor
de Carmen Marín
Cuando arde una flor,
un solo árbol o todo un bosque,
es tanto el dolor
que gimen los montes
de desesperación.
Descarnada de hierba,
llora la tierra,
ceniza y tristeza ...
Luto ennegrecido viste la arboleda,
en sus ramas heridas
anida la pena.
¿Dónde están las jaras,
dónde las adelfas?
¡Oh bosques del mundo!
¿Qué mano de humano
te quemo las venas?
Romerito verde, castaños y pinos,
despojos quedaron de vuestra presencia.
¡Qué ingratos y crueles
esos que presumen de su inteligencia!
Si algo ha de encenderse
que sea la conciencia.
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