miércoles, 22 de abril de 2020

"DIA DEL LIBRO" con CARLOS BLANCO

Como cada 23 de abril celebramos el "Día del Libro" y este año nuestro blog hace honor a su lema: "Leer es siempre un viaje sorprendente". Si  siempre los libros son un billete para el viaje,  mucho más lo son en estos días de confinamiento que vivimos. 
En esta entrada traemos un poema niño, "María Mandiles", publicado en "SonLetras - Antología poética"  por el escritor amigo Carlos Blanco y queremos que sirva de homenaje para él y cuant@s escriben y nos regalan sus libros para nuestro deleite y  viajes a bordo de sus páginas sin movernos de nuestro rincón lector.
   
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Carlos Blanco en la presentación de la Antología


"MARÍA  MANDILES"

En recuerdo de María Mandiles que pregonaba
en Ciudad Rodrigo, por los coches de línea, allá por los años 60.

Pipas, bolas, regaliz,
almendras garrapiñadas,
caramelos, restralletes,
pipitas de calabaza,
chufas, barquillos, obleas,
cucuruchos de patatas,
pastillas "leche de burra";
hay caramelos de nata,
de limón, fresa y anís,
también llevo de naranja;
hay polvos de pica-pica,
bombas fétidas no faltan;
chocolatinas, bombones
en papelillos de plata,
pirulís y ricos chochos,
exquisitos, de confianza;
serpentinas, fulminantes,
mariquitas troqueladas...

¡ Vamos, compren, dense prisa!,
que la tartana ya arranca...
luego, a mitad del viaje,
comienza a rugir la panza.
¡ Ahí va! ... una bolsa de almendras
y un cucurucho patatas;
y un rollo de restralletes
"pa" alborotar en la plaza.

Calderilla en los bolsillos,
María Mandiles se marcha
con su canasta de mimbre,

pregonando entre tartanas. 

Imagen tomada de internet

martes, 7 de abril de 2020

"DÍA MUNDIAL DE LA SALUD"


Hoy, 7 de abril, es el "Día Mundial de la salud" y como homenaje a todas aquellas personas que cuidan de ella traemos los versos de Beatriz Berrocal y Encarni Ruiz Váquez, ambas escritoras y profesionales de la salud. 
Este primer  poema que más abajo podéis leer pertenece a su libro "El refugio de los versos" publicado por la Editorial  Algar y en el que su autora, Beatriz Berrocal, se pone en la piel de las personas que dejan atrás su lugar de vida huyendo de las guerras y enfrentamientos.




 Portada de "El refugio de los versos"
Roser Argemí


"NOS VAMOS"
 
Hoy nos cambiamos de casa,
de ciudad y de país,
los "fuegos artificiales"
nos despiden al salir,
pero no pintan el cielo
  que sigue de color gris.

Mi hermano, que es un quejica,
ha empezado a protestar
y tienen que llevarlo en brazos
para que no llore más:
un rato va con mi padre
y otro lo lleva mamá.

Hay muchos otros vecinos
que como nosotros van
caminando despacito
en busca de otro lugar
que no sabemos cuál es 
ni tampoco dónde está.

¿Cómo será este viaje?
¿Adónde nos llevará?
¿Tendremos nuevos amigos?
Nadie sabe contestar.
Mamá vuelve la cabeza
para mirar atrás.

"El sapo Rufino"
de  
Encarni ruiz Vázquez

Ilustración de Mar Azabal
 


jueves, 2 de abril de 2020

"Día Internacional del Libro Infantil 2020"


Un año más llega el "Día Internacional del Libro Infantil" en recuerdo de H.C. Andersen. Desde 1967, cincuenta y tres ediciones para recordar la importancia, la necesidad del libro entre los niños como pasaporte al viaje, a la imaginación, al ocio, a la capacidad de soñar, al libro como refugio. Este año el mensaje llega desde Eslovenia. Peter Svetina pone la palabra en su texto "Hambre de palabras" Damijan Stepancic es quien ilustra el cartel.




Damijan Stepancic


"HAMBRE DE PALABRAS"

 de    Peter Svetina



Donde yo vivo, los arbustos se vuelven verdes a finales de abril o principios de mayo. Al poco tiempo, se llenan de crisálidas de mariposas, que lucen como vetas de algodón o algodón de azúcar. Las orugas devoran los arbustos hoja tras hoja, hasta dejarlos despojados. Cuando las mariposas salen de sus crisálidas, echan a volar, pero los arbustos no quedan arruinados. Al llegar el verano brotan de nuevo, y así una y otra vez.
Esta es la imagen de un escritor, la imagen de un poeta. Son carcomidos, agotados por sus historias y sus poemas, las cuales, una vez finalizadas, emprenden su propio vuelo, refugiándose en los libros y encontrando a sus lectores. Esto no deja de repetirse.
¿Qué ocurre con estas historias y estos poemas?
Conozco a un chico al que tuvieron que operar de los ojos. Tras la operación, pasaron dos semanas donde solo se le permitió permanecer recostado sobre su lado derecho, y después de aquello, otro mes donde no pudo leer nada. Cuando volvió a coger un libro, mes y medio después, sintió como si estuviera recogiendo palabras a cucharadas, casi comiéndoselas.
Y conozco a una chica que ahora es maestra. Me dijo: pobres de aquellos niños a los que sus padres no leían libros.
Las palabras en los poemas y en los cuentos son alimento. No alimento para el cuerpo, nada que pueda llenar el estómago. Son alimento para el espíritu y para el alma.
Cuando el hombre tiene hambre o sed, se le encoge el estómago y se le seca la boca. Busca encontrar algo para comer, un trozo de pan, un plato de arroz o de maíz, un pescado o un plátano. Cuanto más hambriento se encuentra, más se le estrecha la mirada; ya no ve otra cosa que aquello que pueda saciarle.
Sin embargo, el hambre de palabras se manifiesta de forma distinta: como una tristeza, una apatía, una arrogancia. Las personas que sufren de este tipo de hambre no son conscientes de que sus almas están tiritando, de que están pasando junto a sí mismas sin haberse percibido. Una parte de su propio mundo se les va de las manos sin ellos darse cuenta.
Este tipo de hambre es la que sacian los poemas y las historias.
¿Existe, no obstante, esperanza para aquellos que nunca han satisfecho esta hambre con palabras?
Sí. Aquel chico lee casi cada día. La chica que es maestra lee cuentos a sus alumnos cada viernes, cada semana. Si alguna vez se olvida, los niños no tardan en recordárselo.
¿Y qué ocurre con el escritor, con el poeta? Con la llegada del verano, volverán a verdecer. Y una vez más serán engullidos por sus historias y poemas, que acabarán volando en todas las direcciones, igual que las mariposas. Una y otra vez.