lunes, 29 de octubre de 2018

"MIGUEL HERNÁNDEZ EN 48 ESTAMPAS"

"Miguel Hernández en 48 estampas"repasa la vida del poeta oriolano en 48 estrofas de Pedro Villar y 48 estampas de Pedro Villarejo. Se publicó por primera vez en formato digital e impreso en la Ed. Libsa para posteriormente aparecer en la Ed. Amigos de Papel. En 2014, la Biblioteca del Ceip Príncipe de Asturias realizó una exposición con las 48 estampas y las 48 estrofas junto a varias Antologías y otros libros dedicados al poeta universal. Aquí tenéis el cartel anunciador de la misma.
Es un libro muy recomendable para acercarse a la vida y el espíritu del poeta en los versos de Pedro Villar y las estampas, austeras como fue la vida de Miguel, de Pedro Villarejo.
Las dos estampas que acompañan son regalo, junto a un ejemplar dedicado, de la editora Asunción Carracedo.


Cartel anunciador de la exposición
 en la 
Biblioteca del Ceip Príncipe de Asturias


Estrofas finales del libro


Caballitos de madera,
materia de la ilusión
realizados con sus manos
para su hijo con amor.

en un vuelo que no cese
haced de los muros, alas,
que lleven, entre palmeras,
a su corazón, palabras.



Dejad que el poema fluya
olvidado de banderas
para  volver a entregar
su canto sobre la tierra.

Tus ojos llevan el agua,
la voz de los oprimidos,
eres poeta del pueblo,
fruto del árbol nacido.

Entre el limón y el olivo,
entre la luna y la higuera
se abrirán surcos de amor
en tu tierra de Orihuela.

Ruiseñores y naranjos,
llevádle la luz más pura
al poeta universal
de la huerta del Segura.

martes, 23 de octubre de 2018

DÍA DE LA BIBLIOTECA 2018



Asturias es protagonista en la celebración del "Día de la Biblioteca 2018", tanto el mensaje como el cartel son obra de autores asturianos- Gonzalo Moure, valenciano de nacimiento pero avecindado en Asturias, y Alfonso Zapico - y en Asturias se celebran los actos para conmemorar el día. Incorporamos a la entrada el poema que María Rosa Serdio nos regala en esta fecha.
Sirva este día para la celebración y hagamos de los 364 siguientes fiesta del libro, la lectura y los lectores.

 
Cartel de Alfonso Zapico
Premio Nacional de Cómic - 2012 

El día de la luz
de Gonzalo Moure Tremor

Premio Cervantes Chico 2017

Vengo del desierto del Sáhara, de inaugurar una biblioteca. Está en Dajla, el más alejado, el más olvidado de los cinco campamentos de refugiados saharauis. Es la cuarta biblioteca que construimos, y es preciosa. En el centro hemos plantado árboles, para que los niños y los jóvenes del Sáhara puedan experimentar el gozo de sentarse a su sombra a leer un libro. No queremos que esa biblioteca sea ningún “templo de silencio”, sino más bien un espacio para del sonido, para el ruido. Una biblioteca que ya es el lugar más hermoso del campamento. Un espacio para desear ir a buscar lectura, pero también amistad, sueños compartidos. Incluso amor. Un lugar en el que enamorarse mirando unos ojos por encima de un libro. Porque al fin y al cabo, la biblioteca es el lugar en el que se descubre al otro, de papel o de carne.
En una película inolvidable, la mejor película de ciencia ficción de la historia, 2001, una odisea del espacio, aparece un monolito cada vez que el hombre se dispone a dar un salto cualitativo. Kubrick, su director, debería haber puesto un libro en su lugar. Porque han sido los libros los que han marcado el ritmo de los cambios del ser humano. Porque el libro es el laboratorio del hombre, el lugar en el que se experimenta con emociones, descubrimientos, utopías, apuestas. Somos lo que somos porque hemos pensado y escrito sobre cómo ser y sobre cómo no ser. Y seremos lo que pensemos, lo que piensen y escriban las próximas generaciones.
Así que una biblioteca no es solo un lugar en el que invitar a leer, sino también, o por eso, un lugar en el que invitar a escribir. Las bibliotecas del siglo XXI son, pueden ser, tienen que ser el semillero de nuevas novelas, nuevos monolitos, mojones de nuestro futuro. Si el siglo XX fue sin duda el siglo de la lectura, el siglo XXI puede llegar a ser el siglo de la escritura, ya lo está siendo.
Por todo eso construimos bibliotecas en los campamentos del desierto. Porque no son solo para los saharauis. Las paga nuestra sociedad civil, mediante socios adultos, y mediante actividades solidarias en colegios, institutos y bibliotecas. Y los alumnos y lectores que las sufragan se hacen conscientes de lo extraordinario que es tener una biblioteca, aprenden a valorar la suya, a defenderla. Cada biblioteca del desierto tiene detrás a miles de niños, jóvenes y adultos que la han hecho posible con su pequeño esfuerzo. Sumando. Cada lector saharaui tiene a su lado a miles de lectores, más conscientes de la importancia de una biblioteca, porque con su trabajo se ha construido una, en un clima y un lugar tan hostil.
Piensa en tu biblioteca. Hubo un día en el que esa biblioteca no existía. Alguien la soñó, luchó por ella, la llenó de libros y también de sueños. Hazte del equipo de ese alguien que la hizo posible, lucha por un mundo en el que no haya un ser humano que no tenga cerca una biblioteca, o un amoroso bibliobús. Que no haya un solo niño, joven o adulto, que no roce la mano de una bibliotecaria que le aconseje, que le oriente en el laberinto. Que es lo mismo que decir que no haya un solo ser humano conectado a lo que fue, lo que es y lo que será.
En tu mano hay millones de manos, estrechando la tuya, acompañándote en el camino. Tiernas o callosas, pequeñas o grandes. En el libro que te espera en la mesilla de noche o junto al sofá, hay millones de libros. Ingenuos o complejos, humildes o lujosos. Pero todo preciosos. Conectados todos por un invisible hilo de plata que une mano con mano, estantería con estantería, un hilo inacabable y luminoso. Inacabable, y así sea. Hoy es el Día de la Biblioteca, que es lo mismo que decir El día de la Luz.
Feliz día, feliz siglo.

"En este bosque nuestro"

de María Rosa Serdio 

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