Para esta noche mágica llena de misterio e ilusión retomamos un poema de Armando Manrique que publicamos ya hace unos años en otra entrada de este blog. Y si lo volvemos a traer es porque considero que refleja de manera clara, sencilla y plena de sensibilidad el sentir de esa noche en la que los magos se cuelan en cada casa para alegría de los que en ella habitan.
María Rosa Serdio nos regala también un poema dedicado a estos magos que nos llenan de sonrisas y afectos compartidos en esta noche de ilusiones plasmadas en la mañana del seis.
¡Noche de Reyes!
de Armando Manrique
Cuando se apaguen las luces
y quede todo en silencio.
Cuando al fin las emociones
víctimas sean del sueño
y titileen lucecitas
entre reflejos de hielo.
Tres copitas de champán,
los zapatos, ¡como nuevos!
y una rendija entreabierta
para hacer paso al cortejo.
La espera desesperada
por aquello de los nervios.
¿Traerán todo lo que pido?
¿De verdad he sido bueno?
¿Podrán con tantos juguetes?
¿Me dejarán caramelos?
Va envolviendo ya la noche
los infantiles anhelos.
Entre las sábanas miles
de ilusiones de pequeños,
mientras otros, los mayores,
tal vez viajan en el tiempo
reviviendo una vez más
ese emocionante vértigo
cuando aún había magos
que cumplían tus deseos.
Pero entrada está la noche,
se oyen ruidos a lo lejos.
¡Apaguemos ya las luces!
¡Qué quede todo en silencio!
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