"De Arcos a Belén" con Antonio Murciano y Juan Pablo Medina

 La Navidad vuelve a asomarse al blog con esta entrada en la que traemos dos poemas de Antonio Murciano y las ilustraciones de Juan Pablo Medina. Los poemas pertenecen a un cuadernillo con  título "De Arcos a Belén" que se editó en 1989 dentro de la colección Biblioteca Escolar de Autores Arcenses - Nº 4 y en la cual pretendí dar a conocer su obra a mis alumnos. Este cuadernillo con poemas dedicados a la  Navidad a la que los autores de Alcaraván, grupo poético arcense, dedicaron muchos versos y concretamente Antonio Murciano, varios libros. Juan Pablo Medina que ilustró con sus dibujos aquellos cuadernillos cursaba por aquel entonces sexto de EGB, once años pues; hoy en día es un excelente pintor, muralista y tatuador. En la esperanza de que disfrutéis de esta entrada, desear a cuantos os acerquéis por aquí una Navidad muy feliz.

Portada del cuadernillo

 

Dedicatoria de Antonio Murciano a los alumnos del colegio

 

 

"Raterillos a Belén", uno de los poemas incluidos.

 

 

Otro de los poemas, "Villancico pobre de la noche más rica".

 

 

"En Belén se hizo de noche" - Carlos Blanco

Es tiempo de Navidad  y por ello nuestra entrada se dedica a estos días. El poema que ofrecemos es un fragmento de una obra más amplia creada por nuestro entrañable Carlos Blanco, pertenece  a una de esas obras que Carlos creó para representar con los alumnos de una de las escuelas rurales en las que ejerció su magisterio. Seguro qu él, allí donde esté, se sentirá feliz al ver que su obra sigue viva para deleite de todos.

 

Ilustración de Sarah Preston

 

"En Belén se hizo de noche"

de Carlos Blanco

 

En Belén se hizo de noche

y en el cielo apareció

una estrella misteriosa

que anunciaba al Niño Dios.

 

-Arre mulita, arre mula ...

(azuzaba San José)

que lleguemos al pesebre

que el Niño nos va a nacer.  

 

Una, dos, dos, tres y cuatro,

cuatro, cinco, cinco y seis;

iban la mula y la vaca,

la Virgen y San José.

 

La Virgen, que iba en la mula,

miraba hacia San José;

sus ojos eran brillantes 

y anacarada su piel.

 

Y la estrella misteriosa

que anunciaba al Niño Dios,

se posó sobre el pesebre

y todo lo iluminó.

 

Al enterarse en el pueblo

todos le quisieron ver,

le cantaban villancicos,

le llevaban leche y miel.

 

Y el Niño Jesús, contento,

a todos le sonreía

durante toda la noche

hasta que al fin vino el día.

 

Una, dos, tres y cuatro,

cuatro, cinco, cinco y seis;

seis y siete, ocho y nueve;

- ¡¡A dormir!!, que son las diez.